Contexto bíblico: Mateo 26:6-13 / Juan 12:1-8 / Marcos 14:3-9
Resumen:
Jesús cena con unos amigos en Betania, cuando de la nada entra una mujer que rompe todo protocolo. Esa mujer era María.
En medio de la cena, María toma un frasco de nardo puro y lo derrama sobre Jesús. La casa se llenó del perfume. A raíz de este hecho algunos discípulos manifestaron: —¿Para qué este desperdicio? —. Podía haberse vendido este perfume por mucho dinero para darlo a los pobres.
Solo imagina esta escena: Jesús derramado con un líquido, los discípulos un poco molestos y María con un frasco vacío en sus manos. Sin duda habría un silencio incómodo en el lugar. Al fin, Jesús rompe la escena diciendo: «¿Por qué critican a esta mujer por hacer algo tan bueno conmigo? Siempre habrá pobres entre ustedes, pero a mí no siempre me tendrán. Ella ha derramado este perfume sobre mí a fin de preparar mi cuerpo para el entierro. Les digo la verdad, en cualquier lugar del mundo donde se predique la Buena Noticia, se recordará y se hablará de lo que hizo esta mujer»
Reflexión:
Judas hace una alusión bastante válida al decir: “podríamos haber dado todo ese dinero a los pobres”. Pero nos añade: “No es que a Judas le importaran los pobres; en verdad, era un ladrón y, como estaba a cargo del dinero de los discípulos, a menudo robaba una parte para él”.
Ninguno de nosotros está ajeno a ser como Judas. Jugar a amar a Jesús pero en realidad tener nuestro corazón lejos de Él.
Quizás todos queremos lo mejor para las personas: paz mundial, que se acabe la pobreza, etc. El problema no es estar en el mundo o pendiente de él. El problema ocurre cuando el mundo está en mi corazón.
Pero no te achaques, aún hay esperanza y ahí entra María, una mujer con entrega absoluta. Quizás en la escena la llamaron loca o fanática por verter un frasco de bastante dinero sobre Él, pero eso no le importó ya que amaba más a Jesús que a su reputación. Jesús dijo: en cualquier lugar del mundo donde se predique la Buena Noticia, se recordará y se hablará de lo que hizo esta mujer». Lo más importante de este acto, fue que ella fue un instrumento del Señor para ungir a Jesús para su entierro; el Señor sabía que no alcanzarían a ungir su cuerpo antes de ponerlo en la tumba como se debía hacer, porque entre pedirlo, retirarlo y ponerlo en la tumba antes de las 18.00 que iniciaba el Shabbat, no le prepararían correctamente, María realizó un acto profético.
No es famosa por ser gran cantante, dar grandes temas o ser líder. Ella es famosa por amar
Pregunta:
Si la escena se llevara a cabo hoy en día, ¿qué personaje seríamos? ¿por qué?
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